La franquicia es una de las formas de comercio asociado más conocida y extendida. En la actualidad representa algo más del 16 por 100 de la venta minorista en España, con una tendencia al alza cada vez mayor. El sistema de franquicias se ha convertido en una fórmula cada vez más acertada y amplia para poner en marcha una actividad comercial. Muchos negocios, amparados por una marca reconocida, una gama de productos o servicios demandados en el mercado y un know how específico, buscan en el sistema de franquicias una forma de expansión rápida dentro de un ámbito geográfico determinado.
Pero al igual que nos encontramos inmersos en un cambio de las tendencias generales en la distribución comercial, he de decir que el sector franquicias también está envuelto en un profundo cambio que tendrá como consecuencia la clarificación del sector y por ende la aún mayor consolidación de la que goza actualmente, ya que el éxito de la franquicia se basa principalmente en la confianza y reconocimiento mutuo que se debe producir entre el franquiciador y el franquiciado. Pero realmente, ¿qué es una franquicia?
Podemos definirla como un sistema de comercialización de productos, servicios o tecnologías basado en una colaboración estrecha y continua entre personas físicas o jurídicas financieramente distintas e independientes, denominadas franquiciador y franquiciado. En esta relación comercial, el franquiciador otorga al franquiciado el derecho a explotar su idea de negocio conforme al concepto y criterio del franquiciador. Este derecho faculta al franquiciado a la utilización del nombre comercial, marca de los productos o servicios, know how y demás derechos de propiedad intelectual que posea el franquiciador a cambio de una contraprestación económica, pactada dentro del marco legal de un contrato escrito y firmado por ambas partes.
El origen de la franquicia podemos situarlo en EE UU hacia el año 1929, donde la General Motors se valió de ella para oponerse a la ley antitrust, que le prohibía como fabricante tener su propia red de vendedores. En España comenzó tímidamente en la década de los 60 con la implantación de firmas como Pingüin, Spar o Pronovias, pero no se hizo notar hasta los años 70 cuando una serie de cadenas, principalmente multinacionales, se establecieron con cierta fuerza: Burger King, Prenatal, etc.
Entre los años 80 y 90 se acelera el punto de salida, tanto para las empresas como para las tiendas, siendo punto de arranque para franquicias españolas con éxito como Telepizza, Adolfo Domínguez, Mango, MRW, Pan's & Company, etc., y otras no nacionales como McDonald's, Rodier, Body Shop, Häagen Dazs, Bo Concept.
La situación actual de la franquicia en España está cambiando sus datos continuamente, por ello he considerado oportuno no facilitar ninguno ante la disparidad y multitud de datos que existen en las diferentes fuentes y guías de franquicias que se encuentran en el mercado, así como los manejados por las Cámaras de Comercio, verdaderos motores de gestión y ayuda para el sector.
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